Las autoridades sanitarias no descartan un aumento en los casos tras las aglomeraciones registradas durante los días de Carnaval, incluso a pesar de que la festividad fue cancelada. 

El aumento en los casos se presenta en medio de un polémico plan de inmunización de la población, que se ha visto suspendido en diversas ciudades del país por falta de fármacos.

De acuerdo con la agencia de noticias EFE, Brasil solo ha logrado vacunar a un 2 % de la población.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha prometido la distribución de 230,7 millones de dosis hasta julio de este año.

Sin embargo, a través de las redes sociales, el Ministerio de Salud anunció que de las 9,7 millones de dosis que debía recibir, el Instituto Butantan solamente adquirió el 30 %.

A pesar de ello, las autoridades confían en la producción local del fármaco por parte del Instituto Butantan y la Fundación Oswaldo Cruz.

Adicionalmente, en varias ciudades del país se han recibido denuncias sobre posibles fraudes en  la inoculación.

La policía de Río de Janeiro investiga la presunta aplicación de vacunas que no contenían ninguna dosis.

“Si las investigaciones confirman que hubo desvío de dosis o cualquier otra irregularidad, el profesional de salud podrá ser acusado por el crimen de peculado (malversación de fondos), que tiene penas que pueden llegar hasta a 12 años de prisión”, señaló la Policía Civil en un comunicado.